El sendero permite caminar por las viejas vías del tren y atravesar antiguas construcciones que han sido devoradas por la vegetación, hasta llegar a un paraje con pozas color turquesa
Uno de muchos sitios para practicar senderismo en San Luis Potosí, que han ganado popularidad en los últimos años por la pandemia, es sin duda la ruta Canoas del municipio de Rayón a Puente de Dios en Tamasopo, por los recuerdos de nostalgia que evoca su recorrido por las vías del tren y la recompensa que ofrece al concluir la ruta en unas pozas azules.
Cientos de grupos de 10 a más de 30 personas se reúnen cada semana para recorrer el camino y disfrutar de las postales naturales de todo el trayecto.
La senda comienza en Canoas, un pequeño poblado del municipio de Rayón que está a dos horas y media de la capital potosina en automóvil, su principal atractivo es La Poza Azul, una presa del lugar en donde se suele practicar la pesca en sus orillas, cuenta con un mirador rústico de madera en donde visitantes acuden para obtener una fotografía de su paisaje que atraer por el efecto espejo del agua que hace parecer que se junta el cielo y la tierra.
Sin embargo, la mayoría del camino continúa sobre las vías del tren que conectan a Tampico y San Luis Potosí. La ruta de ida sin vuelta del pueblo de Canoas a Puente de Dios es de 20 kilómetros. De acuerdo con expertos senderistas, se considera una ruta sencilla por ser un trayecto lineal y plano en su mayoría, pero una persona puede tardar desde 2 horas hasta el doble de este tiempo para llegar al punto final si hay contratiempos.
Durante el sendero es posible disfrutar de las viejas vías del tren, del paso de aves, la bruma de la neblina provocada por la humedad de la vegetación que abraza el trayecto, de antiguas construcciones en ruinas que se encuentran devoradas por la vegetación huasteca y el estruendo de las chicharras que acompañan al senderista durante todo el camino.
También se atraviesan ocho túneles, entre los que se destaca El Espinazo del Diablo, una construcción que data desde 1888, cuando fueron inauguradas las vías férreas por Porfirio Díaz.
El destino final es Puente de Dios, un poblado que pertenece a Tamasopo, en la Huasteca potosina, se encuentra a 1500 metros del nivel del mar y sus alrededores están flanqueados por frondosos cedros y selva tropical.
Al arribar al paraje natural, es obligatorio usar chaleco salvavidas y descender por más de 300 escalones para finalmente poder introducirse poza turquesca que dirige a una mística caverna rocosa, a la que se debe su nombre, esto para salir a la poza principal donde hay un arco de 15 metros de altura y 30 de ancho por donde fluye el río Trampolín. En el lugar es posible realizar saltos desde 1 a 7 metros de altura o practicar rapel.
También hay otros senderos dentro de Puente de Dios menos profundos y conocidos como “playitas”, el afluente es más tranquilo y la temperatura del agua es termal.
La ruta se encuentra abierta durante todo el año y es ideal para los amantes del ecoturismo y quienes disfrutan del senderismo.
