Por su agresividad, ponzoña y pérdida de hábitat natural, la serpiente Huolpoch es una de las más amenazadas en toda América. Ésta es su historia.
A primera vista, la serpiente Huolpoch se pierde entre los tonos de las rocas en el sureste mexicano. De mirada severa y escamas pardas, el reptil se desliza entre los bosques secos de la Península de Yucatán, donde ha sido temida por milenios. A pesar de los múltiples mitos que rodean a la especie, es uno de los reguladores de la fauna más importantes de su propio ecosistema. Esto es todo lo que sabemos sobre este depredador maya.
La serpiente de las 4 narices
La serpiente Houlpoch (Agkistrodon bilineatus) es una de múltiples nombres. También conocida como ‘el Cantil’, o ‘víbora de tierra mexicana’, es una serpiente venenosa que habita la Península de Yucatán. ‘Houlpoch’ es el nombre maya que recibe localmente, pero que se ha respetado en la comunidad científica.
Aunque se le ha avistado en algunos países de América Central, en los que abundan los pastizales, a estos animales les gustan las costas del sureste mexicano, en donde se le conoce también como béech-kaan.
Éstas son las características principales que identifican a la especie:
- Una serpiente de extensión media-larga
- Los adultos alcanzan los 80 centímetros de longitud
- Cabeza ancha de forma triangular
- Coloración marrón tendiente a negra, con anillos cremosos y, en ocasiones, acentos blancos.
El récord de la serpiente Huolpoch más larga de la que se tiene registro alcanzó los 138 centímetros. En general, son animales muy agresivos con otras especies, particularmente cuando se sienten en peligro. Lo más recomendable es alejarse lo más posible de un ejemplar que se encuentre en su entorno silvestre, porque son cazadores asertivos y silenciosos.
¿Qué tan venenosa es la Huolpoch?
A pesar de que la serpiente Huolpoch se caracteriza por ser agresiva, múltiples mitos circundan a la especie. Uno de ellos, y quizá el más peligroso de todos, es que tiene un plan maquiavélico contra los seres humanos que se le paren enfrente. Los animales silvestres no tienen nada en contra de la humanidad: sólo responden cuando se sienten atacados.
Tal es el caso de esta víbora de tierra mexicana. En general, los biólogos en Yucatán saben que es una animal más bien tímido, que se teme por la potencia de su ponzoña. En general, cuando se siente amenazada, su primer instinto es huir. De lo contrario, adopta una actitud amenazante elevando la cabeza y mostrando sus fauces.
Con respecto a qué tan ventosa es la serpiente Huolpoch, el biólogo yucateco Pedro Nahuat Cervera explica lo siguiente para la Jornada Maya:
“HAY OTRAS QUE PUEDEN TENER VENENO, PERO SE TRATA DE UNO LIGERO, GENERALMENTE UNA MORDEDURA PODRÍA CAUSAR UN ENVENENAMIENTO LOCAL Y DOLOR EN EL ÁREA DE LA MORDIDA”, DETALLA EL ESPECIALISTA. AÚN ASÍ, DE SER MORDIDO POR UN EJEMPLAR DE LA ESPECIE, ES IMPORTANTE ACUDIR AL CENTRO DE SALUD MÁS CERCANO ANTES DE QUE PASEN DOS HORAS.
Por el avance urbano y la expansión agrícola sobre su hábitat, la serpiente Houlpoch está gravemente amenazada en la actualidad. No sólo eso: por el miedo que genera en la población, se les «asesina sin piedad», según condena Nahuat Cervera. De hecho, en 2001, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) las integró a su Lista Roja. Por esta razón, la legislación mexicana la tiene como una especie protegida, bajo la NOM-059-SEMARNAT-2010.
